Cosas de Madres

Dicen que las madres solo hablan bondades de los hijos,

la mia aparte suelta alguna miseria, pero se lo perdono,

 por que encontrarte en su ordenador textos como este ,

 que publica en Facebook para felicitarme (y yo sin saberlo)

le hacen a una sonreir

Cosas de Madres.

Muchas Felicidades

Aún no lo sabe, pero va a tener que aceptarme como amiga en Facebook si este año quiere abrir su regalo de cumpleaños.

 La niña de mis ojos, la fuente de mis desvelos, la que me ha proporcionado las horas más angustiosas, pero también las más emocionantes de mi existencia, cumple hoy años. No desvelaré su edad, pero como ella siga poniéndose años y yo quitándomelos, llegaremos a tener las mismas primaveras.

Se presentó de golpe, sin avisar, y debió encontrarse muy a gusto porque, parece, ha venido a quedarse para siempre. Y ya he llegado a la conclusión de que ese afán por coleccionar maletas, no significa que vaya a utilizarlas para marcharse algún día.

Hubo una época en la entonamos el “que va a ser de ti, lejos de casa, nena que va a ser de ti”, y decidió regresar, más por influencia de Cupido, que por las bondades gastronómicas de la cocina de mamá. Por suerte, “La cocina de mamá” no tardó en abrir sus puertas debajo de casa.

Esta “sin papeles” de la vida, 100% soñadora, acumula tantos proyectos como amigos tiene en el Facebook, y a la velocidad de las nuevas tecnologías con las que se ha criado, explora facetas creativas sin ser consciente de que la perfección, siempre ha sido cosa de imperfectos.

La multidisciplina de esta indisciplinada, la han convertido en eslabón de una larguísima cadena de favores, que la llevan a pintar una tabla de skate, hacer un estilismo, participar en un concurso, fotografiar una sesión para proyecto de fin de curso, inventar una editorial para una web, ilustrar una portada de un disco, elaborar un catálogo, colaborar en la organización de un evento artístico-deportivo, diseñar los carteles de las fiestas de un local nocturno…

Si fuera ordenada, acumularía un book de trabajos que para sí quisieran muchos.

Esta caótica Ceci, hipocondríaca, inconstante pero al tiempo, trabajadora responsable y cumplidora, tiene por diagnosticar un Diógenes que le hacen atesorar objetos de todas las épocas. Fetichista incansable, ha heredado de su madre, muchas más cosas de las que imagina.

Da igual que se haya sacado el carné de conducir, o haya aprobado la selectividad, porque nunca podrá acreditarlo. En su desorden, asegura tener controlado todo su mundo, pero si empleara en cosas productivas el tiempo que pierde en buscar sus llaves, su pasaporte, su titulación académica… podría poner un Banco del Tiempo.

Hoy es el cumple de la única que conozco incapaz de encontrar en su propio armario algo tan grande como una toalla de baño. La que ha renovado más veces el DNI, la que acude al médico siempre indocumentada, a la que más veces han robado el teléfono móvil y ha copiado más juegos de llaves…

La que jamás tapó la pasta de dientes, ni cerró una barra de labios…

La que es capaz de pasar de la risa al llanto en cuestión de segundos…

La que se levanta todos los días además de con muy mal humor, con una nueva dolencia…

Ella protesta, “tienes muchas esperanzas puestas en mi”, yo protesto más todavía “tienes un talento que no puedes desperdiciar”.

Llegará el día en que todos los favores serán sueños cumplidos y ese día, estaremos ahí para celebrarlo con ella.

Hasta entonces ¡Muchas felicidades Cecilia!.